Sigo con la trayectoria del corte clásico en esta ocasión y muy brevemente, dando mas bien pinceladas a un autor del siglo XVIII y su obra, sacando un estracto del mismo:
Cartas marruecas
Las cartas marruecas son una serie de cartas ficticias escritas por Jose Cadalso, (1741-1782), en ocasiones uso el seudónimo de Dalmiro. Fue militar de profesión y huérfano de madre y con un padre al otro lado del charco, fue educado por su tío. Fue militar llegando al rango de coronel, fue escritor y poeta en géneros de teatro y prosa y poesía.
En las cartas marruecas (1789), son cartas narradas por tres personajes ficticios, Gazel, diplomático árabe que llega a España, Nuño Núñez amigo de Gazel y Ben Beley, un sabio anciano que es también amigo de Gazel. En ella trata temas de corrupción política, matrimonio, escritores, traductores incluso se menciona a los Borbones. Hay que tener en cuenta que el libro se escribió en el siglo XVIII y que Cadalso era ante todo militar. También muy critico con la sociedad de la época y todo ello lo plasma en estas cartas que se escriben entre los tres personajes.
Extraigo del libro una de las muchas cartas, pero interesante.
Carta LXVI
Del mismo al mismo
En Europa hay varias clases de escritores. Unos escriben cuanto les viene a la pluma; otros, lo que les mandan escribir; otros, todo lo contrario de lo que sienten; otros, lo que agrada al público, con lisonja; otros, lo que les choca, con reprehensiones.
Los de la primera clase están expuestos a más gloria y más desastres, porque pueden producir mayores aciertos y desaciertos.
Los de la segunda se lisonjean de hallar el premio seguro de su trabajo; pero si, acabado de publicarlo, se muere o se aparta el que se lo mandó y entra a sucederle uno de sistema opuesto, suele encontrar castigo en vez de recompensa.
Los de la tercera son mentirosos, como los llama Nuño, y merecen por escrito el odio de todo el público.
Los de la cuarta tienen alguna disculpa, como la lisonja no sea muy baja.
Los de la última merecen aprecio por el valor, pues no es poco el que se necesita para reprehender a quien se halla bien con sus vicios, o bien cree que el libre ejercicio de ellos es una preeminencia muy apreciable.
Cada nación ha tenido alguno o algunos censores más o menos rígidos; pero creo que para ejercer este oficio con algún respeto de parte del vulgo, necesita el que lo emprende hallarse limpio de los defectos que va a censurar. ¿Quién tendría paciencia en la antigua Roma para ver a Séneca escribir contra el lujo y la magnificencia con la mano misma que se ocupaba con notable codicia en atesorar millones? ¿Qué efecto podría producir todo el elogio que hacía de la medianía quien no aspiraba sino a superar a los poderosos en esplendor?.
El hacer una cosa y escribir otra es el modo más tiránico de burlar la sencillez de la plebe, y es también el medio más poderoso para exasperarla, si llega a comprender este artificio.
Otros libros:
- Los eruditos a la violeta
- Noches lúgubres
Información mas completa en Cervantesvirtual
Título: Cartas maruecas
Autor: José Cadalso
Editorial: diferentes editoriales
Formato: Tapa blanda,
dura, ebook
Nº de páginas: 200 (de media)
Enlace de compra: Amazon
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